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El barco petrolero estancado frente a las costas de Yemen que preocupa a la ONU

La Organización hizo un llamado de urgencia para completar los 40 millones de dólares que se requieren para extraer los más de un millón de barriles de petróleo que permanecen en el buque. De no hacerlo antes de noviembre, cuando comience el invierno, podría generarse una catástrofe ambiental.

Desde 2017, el barco petrolero FSO Safer fue abandonado cerca del puerto de la ciudad de Al Hudayda, al oeste de Yemen. El buque, que pertenecía a la Corporación de Petróleo y Gas de este país, llevaba 1,14 millones de barriles de petróleo. Tras cinco años, el barco y los barriles siguen ahí, pero ahora representan una seria amenaza medioambiental.

El petrolero no recibe ningún tipo de mantenimiento desde que fue abandonado en el mar Rojo, cuando los rebeldes hutíes y el gobierno apoyado por Arabia Saudita, enfrentados en una guerra civil desde 2014, empezaron la disputa sobre a quién le pertenecía el buque y, por lo tanto, quién se quedaría con el dinero producto de la venta de los barriles.

Sin embargo, como desde hace años lo han advertido distintos sectores, el deterioro del embarcación amenaza con que los más de un millón de barriles de petróleo terminen contaminando el mar Rojo, lo que significaría una gigantesca catástrofe ambiental.

Por eso, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha lanzado una alerta a los países miembros para que ayuden a completar los 40 millones de dólares que se requieren para adelantar las operaciones de extracción de los barriles antes de que inicie el invierno. Estados Unidos y Arabia Saudita ya aportaron con 10 millones cada uno. Por lo tanto, solo hace falta la mitad del dinero.

“20 millones de dólares no es mucho si se tiene en cuenta el coste estimado de 20.000 millones de dólares sólo para la limpieza”, señaló al respecto David Gressly, coordinador residente de la ONU para Yemen, durante el llamamiento realizado este martes.

 

El funcionario agregó: “Nos estamos arriesgando a que este barco se rompa cada día que nos retrasamos. Se nos acaba el tiempo. Estamos tirando los dados cada día”, y agregó que el mismo capitán del Safer le aseguró que la embarcación no resistirá a las corrientes y vientos de un invierno más.