Elección Corte Constitucional: “Mi independencia no está en juego por apoyos”, dice Patricia Balanta

En el marco de la elección del nuevo magistrado de la Corte Constitucional, dos nombres retumban fuertemente de cara a las votaciones: María Patricia Balanta y Carlos Camargo.

Sin embargo, de manera inédita en estos procesos de elección, de manera abierta y pública, el presidente y el gobierno están metidos de lleno en la campaña para que sea elegida como magistrada María Patricia Balanta, con el fin de evitar la llegada del exdefensor del Pueblo, Carlos Camargo.

En diálogo con Mañanas Blu, la magistrada María Patricia Balanta habló sobre los apoyos a su favor, ya sea del Gobierno o demás partidos, y aseguró que si tiene el apoyo del Gobierno, tampoco lo va a rechazar o repeler, sin embargo, señaló que esto no afectará en ningún sentido ni su autonomía ni independencia.

“Si el gobierno está conmigo, no puedo repeler para que no voten por mí. Jamás voy a empeñar ni mi nombre ni mi dignidad”, manifestó.

La preocupación principal, sin embargo, recae en cómo la percepción de un respaldo gubernamental podría afectar su autonomía. La candidata fue contundente al respecto: “mi autonomía, mi autoridad y mi independencia no están en juego en este momento porque un partido o porque un unas voces ideológicas con sus ideologías y sus matices me acompañen”.

Subrayó su larga trayectoria: “Yo llevo 45 años en la rama judicial, no he participado de procesos políticos. Este es el primero”. Además, se comprometió a aplicar el principio de “ingratitud” frente a quienes voten por ella, garantizando que no ha hecho “convenios, …alianzas, …[ni] comprometido el proceso democrático en sí ni más adelante cuando me esté desempeñando”.

Aseguró que hay “otras cuestiones más importantes y unas concesiones de humanidad, de transformación, de a partir del servicio, desde del lenguaje práctico de las virtudes”, y que su voz de mujer, y como mujer negra, no debe ser motivo de estigmatización: “no puedo pretender que me estigmaticen, no más porque soy mujer y soy negra”.

Nació en Agua Clara, una vereda de Tuluá que ahora es corregimiento. Su abuela fue una figura clave en su vida, inculcándole desde pequeña que la educación era la única vía para superar la estigmatización que enfrentaban las personas negras. “Lo único que podía sacarme adelante a mí era el estudio”, recordó Balanta, una frase que aún cultiva.

Su carrera en la rama judicial comenzó como escribiente de un juzgado penal municipal, y a través de concursos de méritos, ascendió a juzgados municipales, de circuito, y finalmente, hace 23 años, se convirtió en magistrada en propiedad del Tribunal Superior de Buga, donde actualmente ejerce como presidenta.

Además, para profundizar en el significado de su rol como juez, estudió filosofía del derecho y realizó un doctorado en filosofía jurídica y política con la Universidad Carlos III y la Universidad de Jaén, respectivamente.

Sobre cómo llegó su nombre a la Corte Suprema, explicó que ha aspirado a las altas cortes durante unos 15 años, lo que la ha hecho conocida en esos círculos. El año pasado, ya fue ternada para la Corte Constitucional por el Consejo de Estado, y volvió a aplicar en esta ocasión, destacando la “limpieza ética” de sus certificados

Scroll to Top